jueves, 23 de agosto de 2018

Estoy por Renacer...

Mis labios ya no están mudos de renuncia, mi vida ya no está avistando una pared final, mi tiempo ya no se dedica tanto a perder. Solté las ausencias que tenía demás en mis manos. Las solté casi todas. Llené mis palmas de mis deseos, entrelacé mis dedos con otros dedos, miré más alto y más lejos, contemplé más allá del árbol el bosque, el edificio y la ciudad, las personas, el país, los países, el mundo que puedo habitar. Abrigué nuevas sonrisas, las vi florecer, di la mía más personal que nunca. Me comprendí, me abracé, viajé a mi pasado y le dije a la pequeña que este tiempo estaba en camino, que tranquila, que siguiese creyendo… que ella está bien. Que cuenta conmigo. Que me esperaba y yo ya llegué. Que va a entender muchísimas cosas. Que va a soltar muchísimas otras. Que en la vida hay amor, y siempre va a haber amor. Que cada ser elige de qué colores teñir el mundo. Que lo más bonito es encontrar otros colores dulces y brillantes… que sabremos dejarlos entrar.

Hoy me falta poco, y duele más. Duele de frente, duele sinceramente, duele TERRORÍFICAMENTE, duele el dolor. El dolor rasgando desde lo perdido, cantando desde la certeza que aguardaba tan adentro, gritando desde la muerte que casi me mató, jurando desde la convicción de que era posible vivir…

Jurando conmigo, marcando a fuego desde el derecho y la propiedad de mi vida… inaugurando esta LIBERTAD.

Me cuestan demasiado estos últimos pasos, me cuesta decirle a mi mente que ya está, que yo estoy acá, que no tiene de qué preocuparse, que se permita disfrutar, que QUIERO ESTUDIAR Y AMAR Y VIVIR ESTE PLACER… Que quiero ya no mentirme con que no tengo las habilidades para enfrentar el mundo. Hoy quiero decirle a mi mente que deje ESE pensar, que la suelte a ella, que lo suelte a él, que soltarlos también es amor… Que dedicarme a mí es amor… Que es el mejor amor verdadero que se puede dar.

Cuánta fuerza, nena, cuánta pero cuánta fuerza, mujer. Hoy beso mis días pasados, beso mi resistencia, beso mi espera, le sonrío a mis miedos y agradezco los azares, mis virtudes y las personas que me sostuvieron… Agradezco y amo a todas las personas que hoy me ven crecer, brillar, volar otro poquito.

Esto va a costar más que nada, más que algo pero no más que todo: el paso final.
Una vez dado ese paso, estar del otro lado, encontrarme, DARME el placer… va a ser simplemente tan… conocido, tan lógico, tan maravilloso y TAN libertad…

Y va a ser apenas y ya sin penas, otro COMIENZO.

Libertad, de ESTO se puede tratar la vida.

domingo, 19 de agosto de 2018

Donde respira la Magia

Hoy va para ustedes, les escribo porque sí, en un día cualquiera.
Ordenar un par de palabras para trasmitir una sensación, para dejar constancia de algo, para contármelo a mí misma en el futuro, para contárselo a ustedes (y contarlos siempre...)
Ordenar un par de palabras para retratarlos en mi blog, para trazar una pequeña marca, para sacudirse un poco de magia… y seguir caminando juntos.
Con ustedes se aplica la frase: “construir futuros recuerdos”, pero yo agrego: “y lazos eternos”.
Eso, con ustedes. Eso y todo.
Siento que los conocí en el momento justo, a la hora justa y de todas las maneras justas que hubieran cabido. Siento que los sigo conociendo a cada día. Que vamos juntos. Que nos movemos. Que hacemos. Que recreamos y le hablamos a la realidad.
Tenemos distintas edades, distintas sonrisas, distintos brillos, distintas derrotas. No lo hubiera querido de otra manera. ¿Haberlos conocido en mi adolescencia? Nah… qué va. Es ahora. Ahora no es tarde, ahora es justo. Soy de las que tiene más edad del grupo. Y eso nada cambia. Me enseñan mucho y sin darse cuenta. Amo descubrir y vivir en el mundo con ustedes. Desde 2013, hacia adelante, la vida.
Gracias, por ser tan esenciales en mi vida.



















Llevo sus sonrisas y sus abrazos en el alma...
Por mucho más. Gracias por sus vidas. 💙


Yeh - 19/ago/18