lunes, 10 de agosto de 2020

Concreción en este agosto de magia.

Agosto del año pandémico.

Cuando la vida se vuelve un prisma de seducción que muestra lento y con delicia sus colores, se anula toda poesía porque ya no son las palabras, ahora perfilan los conceptos. Se rompen las burbujas de antaño en júbilo exquisito, en emoción de certeza, y ésa no es una emoción, ésa es paz. Después de las bellas muertes de limitaciones, después de romper agotando el miedo en cuerpo y alma; después del después hay una vida que retomar, una vida nueva y joven que hacer, una vida que es la que yo sabía, y era verdad: toda la magia existía.

Con mis ojos abiertos me deslizo en el tiempo, lo acaricio, lo comprendo y me voy...

...no seré quien pierda, ya no pierdo hoy.